Bueno, hoy doblete, que me siento generosa. 😉
Este Post lo voy a dedicar a enseñaros como he hecho la comidita de hoy. ¡Un riquísimo arroz al horno! Y no lo digo yo. 😉
Propiamente, el arroz al horno era un plato que se hacía para aprovechar los restos del cocido del día anterior. Para que sepáis que también podéis hacerlo así, echándole los garbanzos y todo. Yo es que no tenía restos de cocido, simplemente me ha entrado el antojo…jeje
Aquí la menda, que tuvo la suerte de vivir tres añitos en Valencia, y supo llevarse lo bueno pa´l Norte.
Me acuerdo de la primera vez que lo probé, fui directa a la cocinera y le felicité por la exquisita paella… ¡casi me mata! Paella dice la tipeja, ésto no es paella bonita, ¡ésto se llama arroz al horno! Así que cuidadín si os invitan a un arroz en Valencia, y lo hacen en una cazuela de barro, y al horno. Ya sabéis lo que no tenéis que decir nunca. 😉
Los ingredientes que he empleado hoy han sido:
3 pimientos verdes
1 tomate
1 cabeza de ajo
300 gr de judía verde
500 gr de arroz
1 pastilla de avecrem
Azafrán
agua, aceite y sal
Empecemos. Lo primero de todo trocear los pimientos y rehogarlos en el aceite caliente, le añadimos las judías verdes y le damos unas vueltecitas. Cuando está listo le añadimos el caldo, o en mi caso como no tenía, agua hirviendo con una pastilla de avecrem, azafrán y sal al gusto.
Se deja cocer todo hasta que la verdura está blandita y se escurre reservando el caldo.
Mientras se cuece la verdura, colocamos la cabeza de ajo en una sartén con bastante aceite, y lo freímos. Si os fijáis, se va abriendo con el calor, tened cuidado que salta un poco, cuando esté totalmente abierto lo sacamos del fuego y reservamos. (También se puede pinchar, si está blandito estará listo).
Lavamos y cortamos el tomate en ruedas, como de un cm y colocamos el arroz ya pesado en una cazuela de barro.
Bueno, pues ya solo nos queda añadir el aceite del ajo al arroz y rehogarlo un poco todo junto. Colocamos la cabeza de ajo en el centro, las verduras alrededor, decorando un poco, y por último, el caldo hirviendo (el doble de volumen que de arroz).
Lo introducimos en el horno precalentado y muy fuerte (yo lo he tenido a 250 º) durante 30/40 minutos. Tiene que estar muy muy caliente y no romper la cocción.
Cuando pase ese tiempo, lo probamos, cogiendo con un tenedor en el centro, más bien hacia el fondo de la cazuela. Si el arroz está blandito estará listo para disfrutarlo. Si no está todavía, le añadimos un poquito más de caldo y lo dejamos más tiempo hasta que esté listo.
Y voilá!
En serio que queda riquísisimo, y si tenéis algun compromiso os sacará del paso con la cabeza bien alta. Ya habéis visto que no es para nada complicado.
¡Y si os lanzáis a hacerlo, no dudéis en compartirlo con nosotros comentando más abajo! 😉
Nos vemos!=)
marta, D.A.M.